¿Quién o Qué?

Una conmoción sorda y lamentablemente no muda, arrastra mis huesos de la gran máquina al barco de mi cama, ese colchón roído y sucio, apenas disimulado por las sábanas que nos recuerdan impacientes... pero no volverás, tú no. Yo soy ya esas sábanas.

miércoles, 10 de octubre de 2007

¿Cómo decirlo?

thisbe and the chink in the wall
by linda sutton

¿Cómo decirlo? ¿Cómo expresar aquello que no nos llega por el lado escurridizo de la razón, eso que nombramos como sentimiento, abstracción, espíritu, sueño y que nos llega por ese otro lado más escurridizo todavía, que llaman ser?

Escribo ser, pero somos poco más que un estar, un estar que parece consciente de cómo se va cumpliendo su tiempo, su devenir, un estar que no para quieto, que tiene necesariamente que cambiar para estar vivo, que se adelanta y se retrasa, inventando un futuro que no se ha cumplido o un pasado que no se va a volver a cumplir, sin pararse a vivir el presente que es lo único que hay.


thisbe's escape
by linda sutton

No somos pues, estamos en un perpetuo y sucesivo estar, pero con sentimiento, abstracción, espíritu, sueño precisamente de ser, de desfondarse, de trascenderse y dormir, que nos convierte, esta vez sí, en lo que, para mi entendimiento, básicamente “somos”: “animales perplejos”.

Fue al escuchar la voz de Billie Holiday, cuando reconocí la tuya, la que te sale cuando estas contenta o pareces feliz, esa vocecilla infantil y sexual, íntima y vital, divina y animal, como de recién nacida, que precozmente tararease las canciones inagotables de Bob Marley tendida en la cama mirando al techo o frente al ordenador, mirando la pantalla.

Esa voz seductora y abisal me atrajo como el imán de tu boca, como las sirenas a Ulises, que solo pudo rehuirlas avisado por su diosa de la guarda para que se tapara los oídos y se hiciera atar a un poste, ¿único modo posible de eludir dependencias y pasiones?


death of thisbe
by linda sutton

Bueno, a lo que iba, esa voz es tan tuya, tan de tu estar cantarina es el modo íntimo en que deseo recordarte, a ti, la imponderable, la de los vertiginosos humores o genios tan pronto cariñosa como huraña, parlanchina como muda, viviendo en su tobogán permanente.

Y es que tan me reconozco y me retrato en eso íntimo (lo que supuestamente es más difícil de compartir), que me parece conocerte como a mí mismo y ya te exijo y te respondo como a un espejo y te doy cariño cuando estas tierna y dolor cuando estás dolida creyendo que dolido estoy yo.

(Mi Anónimo)

1 comentario:

axolotl dijo...

será mucho pedir que ya actualices? o sea jelou!!! cómo comentar lo que ya viste infinidad de veces!!!